7/18/2006

Acerca de Pequeños Hitos en el camino

Hoy, 18 de Julio mientras escribo de madrugada, faltando menos de seis horas y media para mi examen sustitutorio de Filosofía y ética y catorce para mi sustitutorio de Inv. de Operaciones II (argh!) acabo de acordarme que, aparte del cumpleaños de mi abuela y un amigo de la promo del colegio también tenía una invitación pendiente, tal como se puede ver en el gráfico de la derecha, y es que hoy es la premiacióm del conurso de arquitctura en en el centro, organizado por la revista ARKINKA y donde mi equipo de trabajo obtuvo una merecida meneción honrosa por nuestro trabajo AFV - Mi reactor Urbano, en el que indirectamente participé, que es un tema interesantísimo al cual dedicaré una nota posterior y del cual ya hablé en la siguiente nota. Aparte de ser un concepto aun en desarrollo, refleja parte de la plasmación de un esfuerzo intelectual de varios años ya, el proyecto Combi con el cual se han hecho ya una serie de experiencias de prueba en Ciudad Pachacutec, y dado el potencial apoyo de una ONG, se pueda quizás pasar a una acción más decidida, claro, si los miembros del equipo se dan el tiempo para ello.

Esa es la buena noticia, la mala es que, por culpa del maldito examen de Inv. de Operaciones II no podré estar a la hora, grrrr!!!

Ni modo.

7/17/2006

Más cosas para pensar - Cultura Andina y Globalización



Siguiendo con temas basados en textos enviados al correo, comparto una cita que mi Amigo Benito Juarez, del que ya he hablado anteriormente, me envió en referencia al último libro publicado por el Profesor de la PUCP John Earls que lleva como título La agricultura andina ante una globalizacion en desplome y dice así:

(pags. 157-158)

...En la jerga de computadoras podríamos hacer una distinción metafórica entre la programación occidental y la andina en estos términos.

La planificación agrícola occidental tiene mucho en común con la arquitectura computacional tipo serie de von newmann. Múltiples tareas pueden hacerse , como todos los que manejan una PC saben, pero para efectuar simultáneamente trabajos complicados se requiere un gran poder de computación , sino la computadora se pone insufriblemente lenta.

La programación andina del trabajo tiene mucho mas en común con la computación de macculloch inspirada en la arquitectura paralela neuronal. Muchas cosas diferentes tienen que ser tomadas en cuenta simultáneamente y la valoración de la escena total para la decisión que se tome finalmente surge mediante un proceso iterativo de cambio, ponderando los diferentes factores involucrados hasta que emerja un cuadro coherente de la totalidad. El mismo trabajo puede hacerse mas rápidamente y con mucho menos poder computacional que lo que una maquina serial equivalente requeriría.

Para resolver el mismo problema de trabajo un "arquitecto" occidental esta culturalmente pre programado para buscar una solución en términos de una mas alta entrada de energía .

El "kamayoq" del inca , en cambio, haría grandes reuniones entre todos los involucrados hasta que emerja una solución satisfactoria para todos . El "kamayoq" buscaría una solución organizativa

Veamos, después de tan interesante discurso quedan varias cosas que comentar y a priori, podemos ver dos visiones claras contrastadas:

Primero, tenemos la visión occidental de la producción, que está basada en el aprovechamiento máximo del recurso, no en la mayor productividad (que es relativa a lo rentable que sea hacer eficiente un determinado proceso) sino en el mayor aprovechamiento de las economías de escala, en este sentido, para hacer la producción agrícola rentable bajo esos términos de esta economía, y es más, toda nuestra educación técnica nos ha orientado a tomar esto como lo "natural". (Lo cual podría ser un indicador que a pesar del TQM, Hoshin kanri, Six Sigma y todo eso tal vez no hayamos progresado tanto desde Taylor, Fayol y Gilbreth)

Detengámonos a pensar un poco...

...Haciendo memoria de mis primeros cursos en la UNI (ufff...) era casi indesligable la relación entre Optimizar y Minimizar o Maximizar, la matemática (en especial el cálculo y luego la investigación de Operaciones, aunque con algunas salvedades)nos han condicionado hasta cierto modo a percibir y analizar las situaciones en ese sentido: el máximo resultado favorable, el uso máximo del espacio, el desperdicio mínimo, en Investigación de Operaciones, la red de camino mínimo, el proyecto de duración crítica y más por el estilo.

Sin embargo, la realidad enseña (y creo que la teoría de restricciones, aunque tengo mis dudas sobre esta) que la mejor solución no es necesariamente la que conduce al resultado máximo sino a la máxima productividad en un plazo de planeamiento determinado, porque no sirve de nada producir una barbaridad el primer año si al tercero el suelo está agotado y ya no produce, cuando podrías tenerlo trabajando por diez o veinte o cien años, no produciendo tanto quizás, pero produciendo sostenidamente y eso es lo importante.

Entonces, la visión occidental, adepta a mandarse la parte y a sacrificar el futuro por el presente (porque, como dice Keynes En el largo plazo estaremos todos muertos) contrasta con la Andina de hacer las cosas sostenibles en el largo plazo, en garantizar la seguridad para la supervivencia antes que la opulencia de corta duración. Resulta aun más interesante comparar la cita del Profesor Earls con el post de la Cultura del Slow Down, en la cual se menciona que, para un proyecto, los ejecutivos y empleados de la Volvo se toman todo el tiempo necesario para llegar a una solución de consenso determinada, lo cual se puede interpretar como, respecto a lo que dice lo citado del libro, una Solución Organizativa... ¡extraordinario!

Para terminar, recordemos que esta forma de ver las cosas ha hecho al Perú una de las mayores fuentes de variedad alimentaria del mundo, tal como comenté en el post sobre el Dr. Antonio Brack, el considerar el optimizar el uso sostenible de los recursos y el aprovechamiento de los potenciales antes que la explotación sin ton ni son, buscando maximizar ganancias inmediatas e hipotecando el futuro, asentándose donde podían maximizar la productividad antes que generar un mayor bienestar, como para ponernos a reflexionar que, como siempre, hay más de dos modos de llegar a destino.

Seguiré sobre el tema más tarde.

7/10/2006

Ausencia Temporal

Aviso a los (inexistentes,¿alguno?, ¿pocos? ¿ninguno?) lectores de este modesto blog:

Su dueño (osea yo) va a hacer el duro esfuerzo de dejar de postear por esta semana, ya que son los finales en mi magna (??? jajajaja) facultad y voy a hacer algo que usualmente no hago: estudiar -realmente- en serio esta vez. Así que me estoy haciendo a la idea de no pensar en blog, no pensar en escrbir y hacer lo que realmente manda el libro de obligaciones contables.

Nos leemos el proximo lunes

7/09/2006

Como para Reflexionar - Cultura del Slow Down


He recibido este texto a través de un e-mail que me envió Micky Bolaños, y creo su contenido merece atención y comentario, he introducido links para alguna de los temas mencionados, comencemos:

CULTURA DEL SLOW DOWN


Ya voy para 18 años desde que ingresé en la Volvo, una empresa sueca. Trabajar con ellos es una convivencia muy interesante. Cualquier proyecto aquí demora dos años para concretarse, aunque la idea sea brillante y simple. Es una regla. Los procesos globalizados causan en nosotros (brasileños, argentinos, peruanos, venezolanos, mexicanos, australianos, asiáticos, etc.) una ansiedad generalizada en la búsqueda de resultados inmediatos.

En consecuencia, nuestro sentido de la urgencia no surte efecto dentro de los plazos lentos de los suecos. Los suecos debaten, debaten, realizan "n" reuniones, ponderaciones, etc. y trabajan con un esquema más bien "slowdown". Lo mejor es constatar que, al final, esto acaba siempre dando resultados en el tiempo de ellos, los suecos, ya que conjugando la madurez de la necesidad con la tecnología apropiada, es muy poco lo que se pierde por aquí en Suecia, lo resumo así:

  1. Suecia es del tamaño del estado de San Pablo (Brasil).

  2. Suecia tiene tan sólo dos millones de habitantes.

  3. La ciudad más grande, Estocolmo, tiene apenas 500.000 habitantes, compare con Curitiba, Brasil, donde existen dos millones de habitantes; o tan sólo Mar del Plata, Argentina, ciudad balnearia, donde casi un millón de personas viven permanentemente, o Rosario, Argentina, con tres millones.

  4. Empresas de capital sueco: Volvo , Scania, Ericsson, Electrolux, ABB, Nokia, Nobel Biocare, etc. Nada mal, ¿no?, para tener una idea de la importancia de ellas basta mencionar que Volvo es la que fabrica los Motores propulsores para los cohetes de la NASA.

Los suecos pueden estar equivocados, pero son ellos quienes pagan mi salario. Por ahora, menciono especialmente que no conozco un pueblo, como pueblo mismo, que posea más cultura colectiva que los suecos. Voy a contarles una historia corta, sólo para darles una idea: La primera vez que fui para Suecia, en 1990, uno de mis colegas suecos me recogía del hotel todas las mañanas. Estábamos en el mes de septiembre, algo de frío y nevisca. Llegábamos temprano a la Volvo y él estacionaba el auto muy lejos de la puerta de entrada (son 2,000 empleados que van en coche a la empresa).

El primer día no hice comentario alguno, tampoco el segundo ni el tercero. En los días siguientes, ya con un poco más de confianza, una mañana le pregunté a mi colega: Tienen ustedes lugar fijo para estacionar aquí?, pues noté que llegamos temprano, con el estacionamiento vacío y dejaste el coche al final de todo...". Y él me respondió simplemente: "Es que como llegamos temprano tenemos tiempo para caminar, y quien llega más tarde, ya va a llegar retrasado y es mejor que encuentre lugar más cerca de la puerta. ¿No te parece?" Imaginen la cara que puse. Y con ella fue suficiente para que yo revisara en profundidad todos mis conceptos anteriores.

En la actualidad, hay un gran movimiento en Europa llamado "Slow Food". La Slow Food International Association, cuyo símbolo es un caracol, tiene su central en Italia (el site en la internet es muy interesante). Lo que el movimiento Slow Food predica es que las personas deben comer y beber lentamente, dándose tiempo para saborear los alimentos, disfrutando de la preparación, en convivencia con la familia, con los amigos, sin prisa y con calidad. La idea es contraponerse al espíritu del Fast Food y lo que éste presenta como estilo de vida. La sorpresa, por tanto, es que ese movimiento de Slow Food está sirviendo de base para un movimiento más amplio llamado Slow Europe como resaltó la revista Business Week en una de sus últimas ediciones europeas.

La base de todo está en el cuestionamiento de la "prisa" y de la locura" generada por la globalización, por el deseo de "tener en cantidad" (nivel de vida) en contraposición al de "tener en calidad", "calidad de vida" o "calidad del ser". Según la Business Week, los operarios franceses, aunque trabajen menos horas (35 horas por semana) son más productivos que sus colegas estadounidenses o británicos. Y los alemanes, que en muchas empresas ya implantaron la semana de 28,8 horas de trabajo, vieron su productividad aumentar en un elogiable 20%. Esa llamada "slow attitude" está llamando la atención hasta de los estadounidenses, discípulos del "fast" (rápido) y del "do it now!" (Hágalo ya!). Por tanto, esa "actitud sin prisa" no significa hacer menos ni tener menor productividad. Significa sí, trabajar y hacer las cosas con "más calidad" y "más productividad", con mayor perfección, con atención a los detalles y con menos estrés.

Significa retomar los valores de la familia, de los amigos, del tiempo libre, del placer del buen ocio, y de la vida, en las pequeñas comunidades. Del "aquí" presente y concreto, en contraposición contra lo "mundial" indefinido y anónimo. Significa retomar los valores esenciales del ser humano, de los pequeños placeres de lo cotidiano, de la simplicidad de vivir y convivir, y hasta de la religión y de la fe.

Significa un ambiente de trabajo menos coercitivo, más alegre, más leve y por lo tanto, más productivo, donde los seres humanos realizan, con placer, lo que mejor saben hacer.

Es saludable pensar detenidamente en todo esto. ¿Será posible que los antiguos refranes: "Paso a paso se va lejos" y "La prisa es enemiga de la perfección" merezcan nuevamente nuestra atención en estos tiempos de locura desenfrenada? ¿Acaso no sería útil que las empresas de nuestra comunidad, ciudad, estado o país, empiecen ya a pensar en desarrollar programas serios de "calidad sin prisa" hasta para aumentar la productividad y calidad de los productos y servicios sin necesariamente perder calidad del ser"? En la película "Perfume de Mujer" hay una escena inolvidable en la que el ciego (interpretado por Al Pacino) invita a una muchacha a bailar y ella responde: "No puedo, pues mi novio va a llegar en pocos minutos". A lo que el ciego responde: "Pero es que en un momento, se vive una vida", y la saca a bailar un tango. El mejor momento de la película es esta escena de sólo dos o tres minutos.

Muchos viven corriendo detrás del tiempo, pero sólo lo alcanzan cuando mueren, ya sea de un infarto o un accidente en la autopista por correr para llegar a tiempo, o para otros que están tan ansiosos por vivir el futuro que se olvidan de vivir el presente, que es el único tiempo que realmente existe. Todos en el mundo tenemos tiempo por igual, pues nadie tiene ni más ni menos de 24 horas por día. La diferencia está en el empleo que cada uno hace de su tiempo. Necesitamos saber aprovechar cada momento, porque, como dijo John Lennon, "La vida es aquello que sucede mientras planeamos el futuro".

Felicitaciones por haber conseguido leer este mensaje hasta el final. Hay muchos que lo habrán dejado por la mitad para "no perder tiempo" tan valioso en este mundo globalizado.


Lo que veo es que al parecer, esto es todo un movimiento, iniciado en Italia y con un fundamento y que incluso hay una entrada en Wikipedia acerca del tema, vaya.

Este fenómeno -o propuesta- merece ser analizado desde varios enfoques:

La cultura occidental -sobre todo en su variante norteamericana- tiene la tendencia a glorificar los resultados, en especial los inmediatos, tal como manda la ética protestante del capitalismo los inversionistas viven para los resultados a final de periodo, el pulso económico de los mercados como el NASDAQ y demás mantienen esa misma tendencia, e incluso el Inventor Ray Kurzweil habla de la ley de los retornos Acelerados en la cual el avance tecnológico crece en una progresión exponencial, esto es, de acuerdo con la ley de Moore

Pero ¿a qué se debe esto? el progreso tecnológico se basa, a mi modo de ver, en la premisa que Jeremy Bentham expresa en el Principio de Mayor Felicidad, pero ¿cómo se congracia esto con un mundo con recursos limitados y mas aún, en el cual los problemas causados muchas veces no tiene soluciones técnicas? entonces, preguntarnos que hace que nos obsesionemos por los resultados o por el "arriba, siempre arriba" resulta evidentemente, cuestionable. Ya que al final, son los seres humanos los que pueden regular la velocidad, tal como en la Volvo, los cambios se dan por consenso en virtud de un mercado global y una ubicación en este que depende del ritmo propio (diferenciación) en cambio, la concepción de la administración de uso común sostiene que siempre estamos en un mercado que destruye a los peores para que los mejores, en un proceso de destrucción creativa tal como aifrma Joseph Schumpeter, entonces, no estamos creando mayor bienestar, sólo estamos haciendo crecer los ciclos de negocio, y en paises como el nuestro, aumentando la desigualdad, para ejemplo, comparen la velocidad de vida a la que se vive en Lima comparada con la existente en provincias (aunque Micky afirma que la concentración de Iones positivos y el gris tienen mucho que ver) los últimos tiempos nos han dado una necesidad de ahorrar tiempo al hacer las cosas recurriendo a una "optimización" (downsizing) de su uso, en detrimento de detalles que pueden ser fundamentales, tal como parece haber sido con el desastre del Columbia. Entonces tenemos dos visiones: la de acelerar para no quedarse atrás (¿con qué propósito?) y la de tomarse el tiempo y avanzar lento y seguro hacia la meta.

En fin, es toda una controversia y da para más de un post, por ahora, lo dejo allí.

7/04/2006

Planetopolis o la banalidad como obra de arte total

Haciendo algo así como un refrescar de la memoria antes de sumirme en la pesadilla académica que son los finales, he recordado que tenía este comentario como tema pendiente.

Vi esta obra de Video-arte en marzo, en el ciclo que la Fundación telefónica hizo de la obra del Notable Gianni Totti, iconoclasta artista que ha trajinado en la elaboración de Teatro, guiones para películas y finalmente, obras de videoarte que, desde la óptica del involucramiento total del espectador y de un trabajo personal integral (visual, músical, poético, argumental) recurre el canón establecido por Wagner de la Obra de Arte Total, aunque con un discurso de fondo de crítica bastante aguda al Sistema.

Tal como había sido en su anterior obra SqueeZangeZaúm (1988) en el que, usando los efectos visuales tan comunes en las producciones televisivas de entonces, hace un fuerte discurso poético y crítico, en búsqueda de aprovechar el uso de las tecnologías como medio de arte.

Planetopolis, que se define como un ensayo poético sobre la distopía (utopía negativa) de la ciudad ininterrumpida, que comienza buscando una poética e conexiones , así se establece una red conceptual implícita: ciudad-mundo-universo, fundamentada en dos aspectos integradores: el hombre y su historia, así, veremos imágenes en blanco y negro de manifestaciones socialistas o comercios de los primeros años del S. XX mezclados en curiosas formas geométricas y patrones fractales mientras la música mantiene un ritmo constante, trepidante, frenético.

Es casi imposible describir la cantidad de variaciones, giros de plano, uso de efectos, mezclas musicales y estilos narrativo-poéticos sin cometer una omisión, por lo que sólo mencionaré lo que el cristal de la memoria, selectivo como pocos, pueda rescatar a la distancia.

Veamos, Planetopolis, desde los conceptos anteriormente mencionados arremete ferozmente contra la falacia de la "ciudad continua" que venden los medios de comunicación, recordemos que, dentro del imaginario de la Artificialeza humana lo urbano, como el ambiente donde pasan las cosas, se constituye en el ecosistema humano por excelencia, siendo además que los medios -la TV en especial- crean esta ilusión que la noosfera (esfera del conocimiento) es estrictamente urbana y masivamente urbana, aplastando cualquier otra diferencia o disensión a traves del concepto de Pluribus unam, citando a Neal Stephenson:
(...)una tendencia global a erradicar las diferencias culturales. El pilar básico del multiculturalismo (o de "honrar la diversidad", o como se quiera llamarlo) es que las personas tienen que dejar de juzgarse unas a otras - dejar de aseverar (y, gradualmente, dejar de creer) que esto está bien y esto está mal, que una cosa es fea y otra hermosa, que Dios existe y tiene estas o aquellas cualidades.

La lección que la mayor parte de la gente ha extraído del Siglo Veinte es que, para que un gran número de diferentes culturas coexistan pacíficamente en el globo (o incluso en el barrio) es necesario que la gente suspenda el juicio de este modo. De ahí (argumento) nuestra sospecha, u hostilidad, respecto de todas las figuras de autoridad en la cultura moderna. Como explicó David Foster Wallace en su ensayo "E Unibus Pluram," éste es el mensaje fundamental de la televisión; es el mensaje que la gente se lleva a casa, de cualquier modo, tras llevar inmersos en los medios el tiempo suficiente (...)

El problema es que una vez que nos hemos librado de la capacidad de juzgar lo bueno y lo malo, lo verdadero y lo falso, etc., ya no queda cultura. Todo lo que queda son los bailes folclóricos y el macramé. La capacidad de juicio, de creencia, es el fin mismo de tener una cultura.
Toti ataca esa falacia denunciando mediante el uso visual los horrores de la ciudad: el desorden, el caos organizativo, la pobreza, la desigualdad, la negación de la cultura propia, el autoritarismo, los dobles discursos políticos y artísticos y sobre todo la banalidad implicita en la TV, cuya oferta no está destinada a reforzar la conciencia sino a anular la capacidad de juicio individual, que transmite el efecto sin transmitir la causa, que infla la anecdota hasta llevarla al grado de epopeya sin sentido, que se presta a la obsecuencia autoritaria y/o oligarquica y que prostituye su lenguaje visual en fórmulas manidas, repletas de efectos gratuitos.

Resulta curioso como esto se condice con lo ya comentado sobre la modernidad líquida, término acuñado por el polaco Zigmund Bauman, toti nos muestra precisamente la fluidez de la modernidad, su discurrir torrentoso y vital, pletórico de excesos pero incesante por completo.

La música usada cubre un amplio espectro de preferencias que van desde Pachelbel y Hadyn, pasando por Bach, Mozart y Prokofiev a Mercedes Sosa, Atahualpa Yupanqui y otros cantores vernaculares, eso si, con un manejo de los tiempos y las sincroniciadades notable.

No es una obra de visión fácil, significados e interpretaciones (exégesis si lo deseais) pueden encontrarse muchas (razón por la cual me reventó que alguien le preguntara al crítico Jorge Villacorta cuando la presentó "¿cómo hago para entenderla?" y es que, en mi modesta opinión el arte no se entiende, se comprende y disfruta con todos los sentidos (los ocho, si le hacemos caso a Masami Kurumada :P).

Si tienen oportunidad de verla, haganlo, puede ser una experiencia chocante (hay palabras e imagenes fuertemente contrastadas y contrastantes) pero brinda sus frutos, Toti al final logra su objetivo, centrarte en ti y hacerte reflexionar, una capacidad que los medios insisten en hacernos perder.

Links (quizá) utiles:

7/01/2006

Anotaciones de un Domingo por la tarde

Lo aquí vertido, a pesar el título de la nota no es necesariamente pertenececiente a este específico marco espacio temporal, a pesar de deberse a un hilillo de pensamiento que surgió un domingo hace dos semanas

Una fiesta -o un día de fiesta, que es lo mismo o casi- tiene la cualidad especial de situarte en una perspectiva asaz diferente de la realidad cotidiana.

Hace un par de semanas ya, con motivo del día del padre, acompañé a mi madre al cementerio El Angel, para visitar la tumba de su padre, mi abuelo, al cual nunca conocí, ya que pasó a mejor vida dieciocho años antes de que a mí se me ocurriera aparecerme por acá (bueno, no tantos si le hacemos caso a la ley del Karma, que dice que esta almita ha andado por estos lares terrestres más de una vez, en fin...)

la historia de mi abuelo, que por casualidad lleva el mismo nombre que yo, aunque nunca sabré diferenciar entre casualidad y providencia, es, de acuerdo a la forma como me la han presentado a lo largo de mi vida, un ejercicio de tragedia vallejiana, tal como en la siguiente estrofa de Los heraldos negros:
Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

¿Por qué? veamos, mi abuelo trabajaba como mecánico de máquinas de escribir para la Olivetti, siendo lo suficientemente capaz para ascender hasta ser el jefe de la sección.

Ya por aquella época se había establecido, casándose y trayendo al mundo tres lindas hijas y encargando una cuarta, cuando, una infección aparentemente causada por una amigdalitis mal curada, derivó en una enfermedad que lo aniquiló al año siguiente, un día 28 de Febrero, lo irónico del destino -y aquí va lo vallejiano- es que la empresa lo iba a mandar a Venezuela a capacitarse y luego, probablemente a Italia, lo que hubiese significado la migración de toda la familia.

la subsiguiente historia de mi familia cercana es la consecuencia quizás de aquel sólo hecho, que derivó en mi origen. Al final, hacemos lo que podemos para sobrevivir, dando bordados en el vacío, acariciando el flujo del tiempo que va y va y va y tratamos en la medida de lo posible de ir con él. Pero, en la medida que un recodo es tomado, se hace inevitable, aunque sea por un segundo, mirar atrás al costado y preguntarse ¿qué hubiera sido si...?

Personalmente, considero que es una de las peores cosas que puede hacerse, ya que pensar en ello puede conducir a amarguras innecesarias y gratuitas y a una buena cantidad de tiempo perdido en quebraderos de cabeza (lo cual es una seria indicación de que lo he hecho más de una vez) de hecho, pensando en ello, se me vino a la mente esta tonadilla que estuvo de moda hace mucho tiempo:
I try not to think about what might have been
Cause that was then
And we have taken different roads
We can't go back again
There's no use givin in
And there's no way to know
What might have been


El camino al cementerio, recorrido tras una caminata forzosa ya que habían cerrado -sin razón aparente- la calle de acceso, pletórico de vendedores callejeros de todo género (vendedores de sandalias, ropa, DVDs piratas, etc.) además de l@s tradicionales vendedor@s de flores y comida criolla que bueno, estaban tratando de hacer su Agosto.

la gente pasaba alrededor, rodeados, casi acosados -en especial en las cercanías de la puerta- por los vendedores, en cuyos rostros la expresión combinaba una ansiedad rayana casi en la desesperación -tal vez pensando que su oportunidad de vender algo se les iba- con un tono entre suplicante y amenazador, con la misma carga emocional llamada a inclinarte a comprar por compasión antes que por el producto, lo que personalmente detesto.

Una vez adentro, no fue nada díficil hallar el cuartel donde estaba el abuelo, pasando por tumbas de personas relativamente célebres (como la de Luis Banchero) y otras no tanto y que aparecían llenas de polvo y olvidadas.

Llegados allí, limpiamos un poco, encontrando que había flores en la tumba puestas no hacía mucho, lo que nos sorprendió, ya que nadie de la familia había ido ultimamente. De allí, caminar un poco a la tumba de mis bisabuelos, que irónicamente, se fueron después que el anteriormente mencionado.

en el camino nos topamos con una celebración familiar, un cantantecon acordeón y guitarra tocando valses y polcas de antaño quizás en memoria de algún difunto a quien su familia había ido a visitar con música, lo cual, para el ambiente de relativa quietud era algo bastante resaltante. Y es que usualmente asociamos los cementerios con la idea casi monacal del respeto a los muertos y a aquel silencio (tan bien llamado sepulcral) total que cubre a aquel pletórico estallido que es el vivir. Encontrar los nichos fue fácil desde allí, aunque no lo fue tanto el colgar las flores en el único clavo existente cerca a los nichos, para lo cual tuve que tomar prestada la ayuda de otro difunto, al cual por cierto, pedí permiso.. :)

Me había olvidado de decirlo, pero dentro del cementerio, el ambiente de mercadillo estaba tan presente como en el exterior, y en lo que me pareció el colmo, heladeros con sus carritos pregonando a voz en cuello entre los cuarteles.

Todo esto me llevó casi de inmediato a una reflexión que encontré en el extraordinario libro Duna de Frank Herbert, que dice: La diferencia entre civilización y barbarie comienza con la forma en la que tratamos a nuestros muertos, lo cual se hace evidente, ya que a fin de cuentas, es a través de nuestras vinculaciones con la muerte que establecemos y afirmamos nuestros lazos con la vida, ¿qué se puede esperar entonces de una cultura que toma el respeto hacia los muertos como una forma de hacer mercado? Reflexión complicada.

(Al respecto de esto, Neil Gaiman señala que los ritos de muerte no son para los muertos, sino para los vivos, el recordarles la mortalidad, el permitir la aceptación consciente de los lazos inevitablemente rotos, los ineluctables efectos del paso del tiempo, todo ello lo hacemos confrontando la muerte como fenómeno)

Luego, fuimos, casi por tradición o por la vista, al frente, al Presbítero Maestro, donde está la Cripta de los Héroes la cual nunca he visto abrirse, junto con las tumbas de notables personajes: presidentes y dictadores, familias "importantes", intelectuales, militares, etc. de modo que siempre ha sido como toparse con un libro de historia, en el cual la perentoria marca que han dejado las diversas chapuzas que se han hecho de este país está hecha patente, rodeado por el monumental marco de los mausoleos, cuarteles y criptas decoradas con esculturas de gran factura, aunque lamentablemente maltratadas por el descuido y el polvo.

Una foto del Presbítero Maestro, en un mejor día


Luego partí a casa, donde, para variar, nadie estaba celebrando el día del padre, ya que no había nadie vivo a quien honrar. Pero esto me puso a pensar, revisando en mi experiencia a mis relaciones con las figuras de autoridad y a aquellas personas a las que asigné (por buena intención, admiración o error) un rol de ascendencia, en comparación con mi correlato personal y más aun cuando las investigaciones científicas afirman que el rol paterno es fundamental para el desarrollo profesional de los hijos ¿explicaría esto por qué no acabo aun la carrera o por qué -definitivamente- la elegí mal? y si sumamos a esto esta nota de Forbes, en la que se afirma que la felicidad viene con la edad, lo cual desde mi actual punto de vista como que no cuadra, pero en fin, esperemos 40 años y unas cuantas buenas decisiones antes de decir algo más al respecto... lo cual me recuerda la enorme cantidad de cosas que tengo por aprender. Las ideas aun están sueltas y no decantan, así que seguiré sobre el tema en otros posts.

Suficiente perorata por ahora