8/16/2006

Conexiones (V) - Anotaciones del Blogoversario

Acuerdate de los hitos en el camino...

Hey, what you got to hide?
I get angry too
Well I'm a lot like you
When you're standing at the crossroads
And don't know which path to choose
Let me come along
cause even if you're wrong...

I'll stand by you

De I'll Stand by You, de The Pretenders

En varias notas anteriores (me cansé de llamarlos post) he escrito acerca de una (o varias, dependiendo de la interpretación y la profunidad del tratamiento que se le de) acerca de las conexiones, los hitos que uno deja en el camino.

En mi modesta opinión, el momento en el cual aprendemos que hemos finalmente dejado atrás una visión, o hemos transcurrido por ese Rito de paso, si se quiere decir así, es cuando miramos hacia atrás para darnos cuenta que la étapa finalmente ha terminado o como dice el trovador argentino Facundo Cabral: Construyo mi casa lentamente y vuelvo a destruirla cuando el sol me propone otros desvelos.

Siempre, hasta hace un par de años, creo... no más, el 2002 (!) había creído que hay étapas marcadas, en parte porque siempre he visto mi vida y la de los demás a través de un muro de cristal, la vieja dicotomía entre ser objetivo y sentir el presente, y allí lo de las étapas.

Mi amigo Luis Revilla, al que ya he mencionado en este Blog más de una vez fue la primera persona que me lo mencionó: Es que no pasas étapas, sencillamente dejas hitos. Y es que, al mirar atrás, existe la perentoria obligación de recordar quien fuiste, como una ligera marca para no olvidar "estuve aquí" "hice esto" "existí"

Y es a mi parecer también inevitable la relación que tiene eso con la conciencia de nuestra propia mortalidad, o de nuestras propias limitaciones, como cuando te das cuenta entre los seis y los diez que no vas a ser un superhéroe, que tu papá no es necesariamente el mejor del mundo (la mayoría lo descubre mucho antes) y que bueno, tu humanidad está en directa relación con tus limitaciones. ¡Y que mayor limitación que esa! (sobre ello, hablaba con una amiga hace tiempo y bueno, ninguno de los dos estaba muy féliz con la idea de morirse algún día)

Pero quedan los sueños, las provincias de lo casi o semi eterno en la cual nuestros no tan manifiestos deseos se liberan y al hacerlo, nos liberan aunque sea un poco, de paso.

Y, tal como Buda, los Sufíes y Descartes entre muchos otros antes y después que ellos dijeron, vivimos en una especie de tembloroso equilibrio entre lo imagniario y lo tangible, entre lo seguro -o su ilusión más aproximada- y lo incierto -que suele ser por lo general más abundante en contenido- tentados por ceder a uno u otro lado, llamándo a cada concesión con un nombre de oscura relevancia, por ejemplo cuando se llega a una cierta edad y se comienza a dejar de pensar que después de todo, aun se puede soñar y las tres grandes cosas de los "hombres" (según otro amigo a quien no veo hace tiempo se enorgullece en mencionar): tareas, deberes y obligaciones se imponen sobre cualquier otra cosa, y lo que implica el uso de esa capacidad pasa a ser evasión, válvula de escape, diversión. O por el otro lado, locura, disconformidad, anarquía.

¿Qué queda? la realidad, pletórica de colores y abundante en grises y sombras intermedias que a veces nos olvidamos de ver, como a veces nos olvidamos de pensar que, como bien señaló Blake: What is now proved was once, only imagin’d. .

Al final podemos decir que los sueños son sombras en el espejo, creaciones paradójicas e imposibles desde el punto de vista de la razón y la prudencia, pero cuando por un segundo abandonamos tan precaria seguridad nos damos cuenta que al igual que estas palabras, cada sueño, imaginación o especulación tiene un lenguaje propio de símbolos y signos con capas y capas de significado y que además crece en la medida que somos capaces de expandirla mediante el compartir.

Así, derivamos en la noción básica de Comunidad, personas que comparten, que desde la época en la que eramos cazadores-recolectores (quizás la más féliz de la historia de la humanidad) ha persistido de un modo o de otro, y si bien, ya no podemos compartir tan personal y profundamente con todo el mundo como en aquella época, podemos hacerlo mediante estás no tan frías ventanas llamadas blogs. Y así, a pesar de todo, recuperamos en algo aquella sensación.

Comencé este blog hace un año sin un plan y hoy, un año y 54 notas después, tampoco tengo un plan, salvo poner cosas que merezcan la pena compartirse de un modo o de otro.

Gracias a todos los que estuvieron allí de un modo o de otro y también a los lectores anónimos que cayeron por aquí buscando algo y bueno, no lo hallaron.

Nos seguimos leyendo...

8/15/2006

De Viajes sorpresivos y otras emergencias

Casi al borde de mi blogoversario, he viajado repentina, intempestiva y sorpresivamente a cajamarca, por un pequeño trabajo del cual me pasó la voz mi amigo Jorge (su blog está en los links) la experiencia es, por decir lo menos, interesante.

Anoche no dormí nada, entre preparativos, maletas, que va y que no va e ir al aereopuerto, confirmar maletas, pasar por seguridad y esperar, esperar.

Al final, entre abordar el avión -hacía once años que no volaba y nunca en un vuelo nacional- en un bus de esos especiales (el servicio ha mejorado mucho, por lo que veo) acomodarse y salir (la partida decía %:45) despegamos aproximadamente a las 6:20, lo notable del vuelo es el cambio de paisaje al amanecer, como las laderas montañosas aparecen como islas en medio de un mar casi estático de nubes, lo que le da un nuevo sentido a la expresión "por encima del cielo"

Llegué casi a las ocho y luego la paranoía de llegar, registrarse y salir con la misma al paradero para ir a las oficinas de la mina (ya saben cual) donde tenía que hacer lo mío.

Llegué al bus menos de un minuto tarde, ya se había ido y bueno, a tomar taxi hasta alla (S./24!!! grrr) para entrar, registrarte, conocer a la gente y esperar a las personas que vas a capacitar...

...que no llegaron.

con lo cual terminé la faena haciendo gala de una extraordinaria dosis del arte de hacer hora hasta bajar a la ciudad, lo que fue a las siete, y ahora, viéndolo en restrospectiva mientras escribo esto, me doy cuenta que no fue tan mala cosa, al menos el color del cielo y el aire seco lo valen.

Bueno, termino la nota aquí, ya que mañana inició una rutina más dura, lo cual implica levantarse a las 6 o antes para estar a tiempo alla, bueno, a trabajar.

8/04/2006

Sequía

Regreso al Blog después de más de dos semanas de inactividad efectiva, o, lo que es lo mismo, de buenas intenciones no germinadas.

Me pasa, creo, algo no tan inusual.

Alguna vez mencioné en este blog (creo que fue antes de la navidad pasada) que, por la complejidad y lo completo-y complejo- de su capacidad expresiva, hacer guiones para cine es como la forma más completa de hacer un relato, y bueno, lo que tengo ameritaría ponerse a pensar en hacer uno de ellos ¿alguna vez, lector errático, ocasional y/o aleatorio de este blog ha tenido la sensación de saber perfectamente como va la historia y ver la escena, pero sentir al mismo tiempo que las palabras se le escapan, que el momento ya visto no tiene en el blanco y negro de la tinta la misma fuerza, la misma poderosa intensidad? bueno, eso es lo que me pasa.

Tareas pendientes hay, como siempre. Escribir una miriada de artículos para Velero 25 que no terminé en fecha por este extraño estado de animo. Al mismo tiempo que dos cuentos que no han pasado respectivamente de la quinta y la primera página, respectivamente.

En lecturas, acabo de terminar el Catalejo Lacado de Philip Pullman (pronto reseña en jarjacha) y estoy a duras penas avanzando Mundo Azul del Maestro jack Vance, al que -los años, claro- ya no le puedo coger el hilo tan fácil, tal vez me haya vuelto del tipo de lector que requiere hacer una exegesis, como aprendí de M John Harrison y Borges, entre otros.

¡Y me olvidaba de la Novela! hoy un amigo me preguntó por ella en el MSN, al menos ya avancé un par de páginas ¿cuándo la terminaré? aun no lo sé.

¿qué me ha tenido ocupado? tres cosas: las ganas de no hacer nada (que paradojico), dictar unas clases particulares extra por las que me pagarán a fin de mes (ni modo, grrrr) y los videojuegos, estoy -he estado- jugando tres a la vez: Onimusha: Dawn of Dreams, Soul Calibur III y Devil May Cry III, al menos alguno hará una buena reseña en jarjacha, en fin...

Pero lo bueno es que estoy de vuelta en el negocio.

¡A TRABAJAR!

PS.- Al menos compruebo con este post que las palabras siguen en buena forma.