9/13/2006

Modelos alternos para propiedad (y alguna que otra hierba)


Regreso sobre un tema que abordé en un post anterior...

Con motivo de una conferencia organizada por el colectivo RE.ARQ.CION de la Facultad de Aruitectura (FAUA) de la UNI, en lla cual se debatió el recurrente problema de la vivienda económica en el centro de la ciudad, invitándose a los ganadores y menciones honrosas del concurso de Vivienda organizado por la revista ARKINKA, entre las cuales estuvo el proyecto de AFV- MI REACTOR URBANO, del cual hablé en este post y con el que tuve la suerte de colaborar.

La sustentación a las preguntas del moderador estuvo a cargo del Arquitecto (?) Carlos De Paz, quien, en mi modesta opinión absolvió de manera más que adecuada las cuestiones planteadas las cuales pasaré a comentar:

  1. ¿Cuál es el enfoque conceptual del proyecto?
  2. ¿Tiene solución el problema de habitación del centro desde el punto de vista de la vivienda económica?
  3. ¿Qué innovación significativa Propone?
En el primer aspecto, Carlos describió el enfoque del proyecto, que como en el post anterior y en otro aun mas antiguo, hablaba acerca de que las "soluciones" en términos de aplicación de alguna alternativa técnica tal cual, esto es: teniendo en consideración que actuamos sobre un sistema y que las soluciones dependen de los efectos causados sobre este, las reacciones del sistema y las relaciones que se establecen o se dejan de establecer entre estos agentes, y a partir de allí se enarbola toda una serie de mecánismos acerca de diversidad de funciones (residencial, comercial, productivo) y aprovechamiento del espacio flexible (esto es, el metraje de un departamento y su acceso a servicios no está rigidamente definido como en el caso de un programa MI VIVIENDA u otras "soluciones" de habitación económica)

En el segundo caso, la respuesta, como ya he adelantado, es obvia y es NO. En realidad, la gente trabaja en el centro pero no vive en él exactamente por tres motivos: contaminación, ruido y delincuencia, entonces la solución, como la concebimos pasó no por hacer algo que pusiera gente allí sino como algo que pudiera ser multiplemente usado por personas que transitan por el centro: estudiantes y comerciantes como una alternativa de vivienda de bajo costo, y sobre todo, de bajo costo de acceso.

Una de las primeras conclusiones a las que llegamos en el transcurso de la discusión es que el mejor modelo de propiedad, desde el punto de vista económico, es el alquiler, ya que sólo se paga por el uso del espacio y no se está expuesto a las fluctuaciones en el mercado de bienes raíces, además que existe la posibilidad de subarrendar y mejorar el flujo de caja personal.

En contraposición, tenemos el modelo de ocupación de la vivienda informal (barriada) con un nulo o escaso costo de acceso, pero de enormes costos en construcción, adecuación, habilitación urbana y acceso a servicios, que por ser intangibles o sufragados por el gobierno, no se ven, pero que muy probablemente tienen un impacto importante en la vida de las personas y en su quehacer económico, esto es: con base en la cultura existente, se ahorra en ladrillos.

Si bien algunos intelectuales como Hernando de Soto han hablado del potencial para la enorme creación de valor que yace durmiente en la propiedad informal, pero entonces ¿si están -metafóricamente hablando- sentados en un banco de oro por qué siguen siendo pobres?

Una respuesta quizás útil aparece señalada en un video que mi profesor de Análisis Ecónomico en Ingeniería, el Ing. William Oria, nos hizo ver en su clase. El video era el promo del juego didáctico Cashflow 101 del autor Robert Kiyosaki, en el cual define claramente lo que son Activos y Pasivos más allá de una definción contable estandárizada.

En términos simples, un activo es "algo que te da de comer" y un pasivo es "algo que te deja con hambre" y es precisamente esa idea la que se recogió en el sentido del proyecto, que trata de darle un acceso a vivienda a estas personas con el mayor ahorro posible en su flujo de caja del día a día, por eso se ideó el sistema AFV (administradora de Fondos de Vivienda) como se muestra en la figura arriba: cuando se accede al sistema, no se "compra" una casa, se obtiene un título-valor de derecho de uso de vivienda que puede ser neogociado, refrendado y cancelado, así como puesto en valor en una red de locaciones para tal fin. De este modo, se replica el modelo económico del alquiler con la propiedad, en una especie de modelo híbrido.

En el último acápite, Carlos mencionó como se había innovado en el sentido de proponer usos para la tradicional quincha en paneles y paredes y el desarrollo de una "malla verde" o "cerco vivo" como perímetro de la construcción.

Luego, compartimos un brindis de honor en un salón de exhibición de la facultad.

Al final, queda por ver la aplicabilidad del modelo en términos reales (y legales) pero deja saltando la conclusión de que puede haber métodos alternos para todo o casi todo, sólo con buscar el suficiente ingenio.

9/12/2006

Y se nos fue el tiempo...


Como citando a pablo: ...el implacable, el que pasó... casi un mes se ha ido y yo sin escribir nada.

o bueno, tal vez pensando en otros términos. Como que en la facultad me estoy acostumbrando a ese rollo de ser ingeniero, pero aun no sé si eso es un cambio favorable o un conformarse innecesario.

Como que he descubierto que postear (o agregar una nota) requier algo así como una ansiedad especial, como que después de que la idea ha pasado por todos los filtros de contenido y está lista para salir (al menos eso es lo que hago, es raro que piense algo mientras lo escribo, al menos no lo hago desde que abandoné la poesía porque dejé de creer que había necesidad de ella.

Al final o al principio, las escenas se ponen en su lugar porque las creamos en el proceso de darle sentido a algo que no necesariamente lo tiene -y personalmente no creo que lo tenga- sentido, o como Douglas Adams plantea con maestria en la Guía del Autoestopista Galáctico: Al final no se trata de hallar la respuesta última, sino de entender, en primer lugar, cual era la cuestión que nos llevó allí.

Al final, no sé si son los fantasmas de la normalidad los que se imponen, y te dejan fuera de la ventana, sólo compelido a hacer lo que "deberías" pero queda la pregunta ¿Cuánto pierdes con ello? y no hay respuesta fácil para ello.

Pero, entre las clases de los cursos y las ocupaciones, siempre queda un resquicio para la inspiración inesperada, temas nuevos o viejos o de siempre de que hablar y sobre todo, un nuevo punto de vista para iluminarlos.

Y bueno, de eso se trata.

volveré sobre ello en posteriores notas.