10/11/2008

Corriendo a las Colinas

Ingenuo yo, que creía que lo peor había pasado...

Y resulta que, tal como se veía venir (Así son las crisis, se les viene venir, pero su aplastante inexorabilidad arrasa.) los mercados mundiales comienzan a sentir los estragos del pánico causado por el estallido de la burbuja financiera que derivó en la crisis de los llamados "bonos basura" y sus consecuencias:
  • La caída casi en libre de los Commodities incluyendo al rey de estos, el petróleo

  • Por ende, la caída masiva de las acciones en el mundo a consecuencia de la crisis de confianza desatada por el tema de los bonos y la insolvencia de las instituciones financieras causada por la contracción en el valor (nunca real) de activos en papel que no podían negociar porque ya no eran "seguros"

  • la crisis parece haber llegado a nuevas alturas el día de ayer, cuando la caída en los mercados no parecía detenerse, y esto a pesar de una ligera recuperación (causada por inversores comprando acciones a precio de ganga)

  • Incluso el plan de rescate financiero aprobado por el gobierno norteaméricano la semana pasada parece no ser suficiente para crear la confianza necesaria.

  • Por último, como para probar la que globalización es Realmente Existente (para joder, desde luego) el sistema financiero de Islandia Colapsó debido a que la mayor parte de su cápital eran papeles de deuda extranjeros. El Gobierno, para variar, tuvo que intervenir.

  • En otra medida entre controversial y aclamable, el gobierno británico ha decidido inyectar cápital en sus mercados financieros la suma de £50 mil millones, garantizando depósitos y a cambio de comprar acciones en los bancos. Algo que en la receta de rescate norteaméricana era apenas "sugerido" como mencioné indirectamente en un post anterior.


Descendiendo...¿Cómo nos afecta esto por aquí?

Humerto Campodónico, en su columna Cristal De Mira del Diario La República, ha mencionado, el día de ayer de una manera didáctica, la escalofriante magnitud de la crisis:

...En el Perú, en julio del año pasado, la capitalización bursátil ascendió a US$ 108,000 millones. Después de las fuertes caídas de las últimas semanas, a la que se suma la de ayer (8.8%), la capitalización de mercado tan solo llega a US$ 58,000 millones: ha perdido el 54% de su valor, más que las bolsas mundiales y que la de EEUU...


Esto se explica, según el mismo artículo por la baja de los precios de los minerales (ya mencionada) Cito:

por el 60% del valor de las acciones de la BVL. Según el índice de commodities de Standard and Poor´s (el GSCI), el cobre, el zinc y el plomo han caído 33, 57 y 54% en los últimos 12 meses (la caída del cobre se aceleró en las últimas 2 semanas). Estos 3 metales representan el 32% de las exportaciones peruanas. El metal que sí ha subido es el oro (19% en el año), pero la plata bajó 14%...


Esto significa que, de manera opuesta a lo que el gobierno y sus acólitos de la teoría del "Perú Global" no estamos a salvo de la crisis y si la bonanza importada trajo inflación importada (incrementada por la estúpidez de algunos miembros del ejecutivo y de los lobbystas de ciertos grupos que es obvio mencionar) es muy probable que la crisis importada traiga recesión importada, si pues y es como para preguntarse ¿para esto nos integramos al mundo?

Sobre que hacer, hay algunos comentarios, de hecho el G-7 ya se ha reunido para discutir el tema y según parece, la declaración conjunta no tendrá el beneplácito de todos los miembros, y es porque probablemente dice poco menos que... (citando casi a Seinfeld)...NADA, al menos en lo concreto.

Al respecto, Robert Skidelsky afirma que nos encontramos en el fin de un ciclo, y por ende, de una Ideología Económica, ahora viene el ciclo liberal (donde el estado interviene, tal como parece indicar la acción de los británicos) A su vez, Paul Krugman, columnista del New York Times, sugiere que la única forma en la que los mercados pueden recuperar confianza es el seguir la idea de los británicos, pero tal como demuestra la declaración del G-7, no parece haber consenso en ese sentido. Entonces ¿Qué nos queda? salvar lo más real, económicamente hablando, que se pueda y correr a las colinas, como la vieja canción de Iron Maiden, que pongo en el video a continuación, dice.

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