5/19/2007

¿Y qué diablos está pasando?

Nada justifica nada, aunque, en una hora libre entre clase, uno encuentra tiempo para escribir cosas como esta -que ciertamente, siente- de una sola sentada.

Un correo que se queda a medio camino del destino al que ha planeado llegar, la distancia que tienes a una persona que quieres es una llamada, aunque sientes que la distancia que las separa es inevitablemente insondable. Luego, te enteras que esta persona afirma tener "el corazón roto" lo cual te lleva a una inevitable cadena de recuerdos sobre la última vez que te pasó y te pones a pensar si es que realmente lo dejaste atrás y estás listo para dejar de hacerte preguntas tontas y soltar las amarras.

Y el eco de tu no-respuesta resuena como un címbalo en una habitación vacía.

Comienzas a cantar, la melodía no importa, y te preguntas, mientras te atreves a mirar un poco en derredor -por si algo que no te imaginaste aparece para cambiar la faz de todo lo que tu mente, en un esquema tan lógico como fósil, ha planeado.- si es que hay un camino al corazón, independientemente de por donde pase (¿fue tu idea o la sacaste de la última comedia romántica que viste, culposamente, una mañana?)

Luego, en el límite de la autoironía, te dices a ti mismo que eso sería una excelente idea para una historia y que además, era lo mismo que habías leído en la novela de aquel escritor iconoclásta y británico del que siempre hablas cuando mencionas la palabra "estilo"

Miras fuera de la ventana, y el cielo -casi invariablemente gris, excepto cuando el sol monta una demoniaca rebelión y lo complica todo iluminándonos- te dice su propia expresión que, de seguro, no está en tu alma, ¿por qué? No puedes explicarlo.

Pero de todos modos, lo sabes, en este día es lo más cerca que estás del amor.

La melodía se mueve incesante aunque arritmicamente, no hay patrón, ni DJ del imaginario streaming de tu corazón, ves a alguien y la canción de Goth Metal: "...This life is for you... just give into it, never think again...." se transforma de un Rock con aroma a country y a blues: "You live with something that I cant explain/But your face cracks a smile when you see it shining", mientras sientes que la expresión de tu rostro cambia y dices "hola" y luego, te das cuenta que no tenías porque haber ido por allí.

Luego, mientras te esfuerzas por cambiar a tu melodía anterior, te acuerdas de todos los proyectos pendientes que están esperando que los pongas en cola y comiences a TRABAJAR (si, eso) duro en ellos. Y la frase resuena y resuena:

"Todo depende de ti"

Y ello, junto con el cuento que dejaste en la cuarta página, la traducción que dejaste en la quinta y las novelas que abandonaste en el segundo y quinto cápitulo, respectivamente, y sientes que no hay excusas.

Y te preguntas por qué no lloraste cuando esa persona murió, ni cuando aquella otra, y por qué aun te afecta la combinación de púrpura, rojo, azul y naranja del crepúsculo, y por qué no fuiste a verlo en ese verano que tantas tardes libres tuviste y la siguiente pregunta cae por su propio peso:

"¿De qué c/*r****o tienes miedo?

Y entonces, lo ves, claro como el cristal, todos los rajones en esa pared, aparentemente lisa detrás de la cual guardas más de un secreto que no has querido confesar a nadie y te preguntas: ¿vendrá alguien alguna vez por aquí?.

De pronto, piensas -y luego desechas ese pensamiento- que sería preferible tomar la salida fácil, y luego lo olvidas, y después le pones un plazo y finalmente vuelves a olvidarlo y sigues caminando, aunque otra sensación emerge, ligeramente y te sientes más ligero: "El hecho que pueda hablar de esto lo invalida", te dices a ti mismo, y piensas que el tren de los acontecimientos permanece en una ventana que estas cerca de alcanzar, si sólo supieras como -y tu obligación moral es averiguarlo, SOLO.-

"Y aquel que era mira atrás al castillo que creó esforzadamente y que sabe que debe abandonar, sonríe, torvamente, camina, se frota los ojos y confiado, mira la caricatura que un viejo le hizo sin pedirla y la voz de uno de sus amigos que menciona: Ha captado tu aire de leve tristeza y sigue caminando, consciente que tantas cosas como estas deben ser dejadas allí, en su lugar.

Y avanzas"


¿Qué camino te espera? no lo sabes
Tampoco -para variar- sabes que quieres, independientemente de las carencias que te presionan cotidianamente. Y estallas, gritando:

¿Qué diablos está pasando?

Y se hace un paciente silencio interior, y sólo en el rumor del viento, tan leve como la tristeza que denotan tus ojos, sientes que la melodía cambia y caminas, pensando que esta respuesta es tan buena como cualquier otra.

update: y aquí una de las canciones mencionadas en el post, Feel for you de Nightwish, gracias a blogmusik


free music

1 comentarios:

BIOSOCIOTECNOARQUITECTURA dijo...

la cita con la cruz es inevitable... la soledad, nunca absoluta... se comparte a veces con 3 clavos, una corona de espinas , una caja de frunas, una franela en el semaforo, una guitarra en la mano o una herida en el costado...