8/16/2005

¿Navegando en un mar de madera?

Ser en uno en todos los momentos




¿Qué puedes hacer con una pluma, un perro y una pregunta sin sentido?


El Mar de Madera de Jonathan Carroll es uno de mis libros favoritos (ya postearé una lista de ellos en otro momento,) no por su prosa (que es bastante elegante y muy sentida), no por su trama (que es descoyuntante y exótica)sino por los significados puestos entre rendijas por su autor, que hablan de una sabiduría más que interesante.

Uno de los textos que me permitó entender mejor esto fue el libro XY: La Identidad Masculina de Elisabeth Badinter (discipula de Simone de Beauvoir) en la cual habla acerca del Mito del Hombre en la medida que el "Hombre" ha construído su rol y su definición de "masculino" a la inversa de la mujer, cuyo rol viene dado por la biología. y para salir del entuerto habla también del hombre reconciliado, esto es: mientras tengamos una madre, habrá un lazo ineludible e indisoluble entre ambos, y por tanto, los hombres tendremos un lado "femenino" que no podremos negar, y que ciertos "ritos de madurez" culturalmente impuestos hacen que neguemos y olvidemos. ¿resultado? toda una serie de transtornos y confusiones, que terminan (o no) en algo que llama reconciliación (y de allí algo que un amigo me decía "aprende a reconciliarte").

Una de las partes más interesantes del libro, en este tenor es cuando el protagonista, Frannie McCabe, viaja por algún azar no explicado a su epoca de adolescencia, encontrandose con su padre en un snack bar, y hablando con él como otro adulto, escuchándolo hablar de los problemas de SU hijo (o sea él) y probándole que las cosas no son a veces tan malas como uno cree.

De pronto, y ante la sorpresa de él, descubre que su padre (al cual su madre no podía distinguir en una multitud) tenía una amante, y lejos de molestarse con él, lo comprende, al saberse semejante a él como hombre y al comprenderlo, no en la dimensión arquetípica que siempre tenemos sobre nuestros padres, sino en una dimensión de reconciliación, aceptando (y aceptándose) en ese marco.

Otra parte extraordinaria es el final, cuando McCabe, a punto de morir, trata de enterrar al difunto Caz de Floon, alguien que por extraños designios que tienen que ver con los objetos mencionados al inicio el post, viene del futuro para ser asesinado por su yo más joven (y venga uno a interpretar eso) y en ese instante, todos sus otros yo, desde el niño hasta alguien muy parecido a su yo actual aparecen para darle una mano y él comprende: "Lo más importante es ser consciente que eres tú en todos los momentos"

¿Cuántos de nosotros podemos decir eso?

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