8/15/2006

De Viajes sorpresivos y otras emergencias

Casi al borde de mi blogoversario, he viajado repentina, intempestiva y sorpresivamente a cajamarca, por un pequeño trabajo del cual me pasó la voz mi amigo Jorge (su blog está en los links) la experiencia es, por decir lo menos, interesante.

Anoche no dormí nada, entre preparativos, maletas, que va y que no va e ir al aereopuerto, confirmar maletas, pasar por seguridad y esperar, esperar.

Al final, entre abordar el avión -hacía once años que no volaba y nunca en un vuelo nacional- en un bus de esos especiales (el servicio ha mejorado mucho, por lo que veo) acomodarse y salir (la partida decía %:45) despegamos aproximadamente a las 6:20, lo notable del vuelo es el cambio de paisaje al amanecer, como las laderas montañosas aparecen como islas en medio de un mar casi estático de nubes, lo que le da un nuevo sentido a la expresión "por encima del cielo"

Llegué casi a las ocho y luego la paranoía de llegar, registrarse y salir con la misma al paradero para ir a las oficinas de la mina (ya saben cual) donde tenía que hacer lo mío.

Llegué al bus menos de un minuto tarde, ya se había ido y bueno, a tomar taxi hasta alla (S./24!!! grrr) para entrar, registrarte, conocer a la gente y esperar a las personas que vas a capacitar...

...que no llegaron.

con lo cual terminé la faena haciendo gala de una extraordinaria dosis del arte de hacer hora hasta bajar a la ciudad, lo que fue a las siete, y ahora, viéndolo en restrospectiva mientras escribo esto, me doy cuenta que no fue tan mala cosa, al menos el color del cielo y el aire seco lo valen.

Bueno, termino la nota aquí, ya que mañana inició una rutina más dura, lo cual implica levantarse a las 6 o antes para estar a tiempo alla, bueno, a trabajar.

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