4/23/2008

Héroes Olvidados

Hoy, mientras hacía el usual recorrido por el parque del barrio junto a mi infame mascota, Max "el tirano" reparé en un detalle interesante.

La verdad es que el hecho era notorio desde la noche anterior, en que habían cerrado ya parte de la entrada al parque y había montado un estrado de tres filas en la pista cercana al borde oeste del parque y un par de serenos para cuidarlo, y bueno, suponía que las autoridades ediles algo se traían respecto del día del Idioma.

Y bueno, cuando volvimos a salir con mi "adorable" mascota por esos lares, el parque estaba cerrado y en la plazoleta central ocupada por más de cuarenta oficiales del ejercito, aunque sin los ribetes de gala, quizás gente de los aspectos más "técnicos" y al lado del pedestal de la Estatua correspondiente al malogrado hombre al que el parque debe su nombre, dos ofrendas florales, una con el escudo del ejército y otra con el "nuevo escudo" (logo) de la Municipalidad de Lince.

Interesante, pensé, osea que había otra razón para celebrar hoy además del Deceso del Gran Cervantes, el trascendental Shaxberd o el nunca bien ponderado Garcilazo, sino que también hay un homenaje a...

...¿PEDRO RUIZ GALLO?

Y si, dado que así se llamaba el parque y que la estatua en la cima del pedestal enorme (¿cinco, seis metros de altura?) semejaba al mencionado, entonces, bueno, algo había para celebrar.

Al llegar a los magnos ambientes del campus y en cuanto tuve acceso a la red, una pequeña pregunta al Goo, y una sorpresita: así como Cervantes no murió el 23, ni Shaxberd murió el 23 (en Inglaterra aun usaban el calendario juliano cuando eso pasó), el día de Pedro Ruiz Gallo tampoco era el 23, ya que el desceso del desafortunado Teniente Coronel, inventor fertil, precursor de la aviación, diseñador del alucinante reloj del parque universitario que los Atilas Chilenos no pudieron componer, y constructor de Torpedos, ocurrió el 24 de Abril y no el 23 como le habían festejado, al menos si hemos de creer a esta fuente.

Imprecisiones históricas o protocolares aparte, lo relevante es el valor que tienen el recordar a los pioneros casi desconocidos, a los héroes de arena de la Ciencia e Ingeniería del Perú (ya que resulta interesante ver hasta que punto hacer cosas como esa en el Perú es, históricamente hablando, construir castillos de arena) y no sólo él, otros egregios desconocidos -o no tanto- como Pedro Paulet Mostajo o Santiago Antunez de Mayolo, junto con otros que propusieron ideas e impulsaron cosas, tal vez, la historia pudiese cambiar si en vez de, seguir aferrados a la traición de mucho y al sacrificio a veces pírrico pero dignísmo de otros, mirásemos al horizonte trazado por estos héroes olvidados, para que no sigamos haciendo castillos de arena.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

oh my gato!