5/27/2008

No somos estadísticas


Revisando la web me entero de una conferencia del día 12 de Junio sobre blogs, varios paneles y ponentes en nada menos que la Biblioteca Nacional, no es poca cosa, más aun cuando está enmarcada en otra idea bloggera interesante, esencialmente, La Iniciativa de los 10 Blogs (es una traducción bastante vil al español) que se trata de nada menos que:

10Blog es una oportunidad para conocer a personas que tienen a su cargo blogs, para compartir experiencias y hacerles esas preguntas que podrías tener en mente: ¿por qué le pusiste ese nombre? ¿cuán frecuentemente escribes? ¿cómo defines un blog?

¿Cómo funciona?
Simple. Nomina a 10 Blogs. Encuentra un lugar, Reunete.

Una de las cosas interesantes de los blogs es la capacidad de darle a la gente la habilidad de expresarse, independientemente de quien sea, de donde provenga o cual sea su filiación política o social. En una época donde las encuestas parecen expresar mediante promedios la aplastante voluntad de algunos (que son millones de voluntades individuales pasadas por el formón de un cuestionario cerrado) corresponde buscar medios para afirmar lo que está más allá, lo que los promedios no tienen en cuenta, el gris que matiza el blanco/negro de tal o cual situación.

Y es que la realidad está hecha de estos matices, y hay tantos como personas.

Sin embargo detrás de esta posibilidad está el desafío constante de tener la capacidad de no ser absorbidos por los pequeños temas ni cortados en nuestra capacidad de reflexionar: al hablar de las implicaciones de una nueva tecnología, al hablar de tal o cual libro o tal o cual música, el sólo hecho de calificar ya implica la responsabilidad implícita sobre ello, cierto poder que debe tenerse en cuenta. Y esto me lleva a una anecdota de mis últimos días escolares:

Cuando estaba en secundaria, nos llamaron a hacer de moderadores en un encuentro de escolares de la USE (actualmente UGEL), como eramos de colegios cooperativos supuestamente teníamos "perspectivas más amplias" que el promedio.

Entonces, algunas alumnas de otros colegios (en especial de monjas) se ponían a decir, "¡queremos que prohiban las calatas en los diarios y los cadáveres en primera plana!" (vale la pena recordar que en aquella época la cosa era espectacularmente gráfica, sobre todo en cierto diario llamado irónicamente "el chino") En aquella época, con mi idealista y ridícula etúpidez creía: "pero no, hay que dar libertad de decidir a la gente"

Con los años aprendí -y en parte gracias a que comencé a enseñar filosofía- que no hay libertad sin desarrollo de la conciencia y no hay eso sin educación y no hay eso sin compromisos sociales y políticos definidos entonces, jodidos estábamos. Es más, hace un par de años pensé: "tal vez esas chicas del patrocinio tenían razón" hasta hoy me queda un atisbo de duda.


Y es que, ante la ausencia de mecanismos claros para expandir nuestras perspectivas, acudir a la cultura de la red puede suplir, aunque sea en algo, el deficit generado por una educación deficiente, y en ello una gran responsabilidad que vas mucho más allá de lo lúdico y pasa por el proponer, crear espacios y sobre todo, el compartir lo que uno sepa, pueda y desee con otros y de como esas aglutinaciones de otras vidas sirvan para que los lectores se orienten hacia perspectivas inusuales desde su cotidianidad.

Digresiones aparte, queda el hecho, casi el deber, de no creerse lo que la estadísticas digan porque dicho claramente: No somos estadisticas.

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